Ponente
Descripción
En la configuración actual del sistema económico internacional, uno de los aspectos más relevantes remite al crecimiento del stock de deuda externa de los países. Los niveles de sobreendeudamiento mundial fueron creciendo en el contexto de globalización neoliberal y, de forma acelerada, desde la explosión de la crisis económica de 2007-2008. Luego de esta crisis, el capitalismo entró en una etapa de estancamiento y de reducción de los flujos comerciales y de las inversiones transfronterizas.
La burbuja financiera asociada a la expansión del crédito hipotecario y la interconexión de los mercados junto a la desregulación e innovación financiera, hicieron que la crisis se expandiera rápidamente. Por ello es que frente al desplome de las cotizaciones de las hipotecas y de derivados financieros, condujeron a una crisis financiera desde junio 2007 que rápidamente generó efectos de contagios en otros mercados altamente apalancados, como en la zona euro. Frente a este escenario, los gobiernos de los países centrales impulsaron un salvataje de los bancos con activos en problemas, considerando que eran “demasiado grandes para quebrar”. La FED de los Estados Unidos y el BCE ensayaron políticas monetarias hacia la reducción de la tasa de interés y el quantitative easing, habilitando una significativa emisión monetaria.
Entre los países que se vieron rápidamente afectados por la extensión y profundidad de la crisis se encuentran, primero, Islandia, y luego los países de la zona euro, en especial Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España. El impulso a la desregulación financiera y apertura comercial que conllevó la globalización neoliberal en la zona, limitó la capacidad de los Estados en la intervención frente a crisis económicas. Por lo cual, el rescate a los bancos privados con activos en problemas por la crisis de las subprime y las políticas del BCE, convergieron en un aumento del endeudamiento soberano. Asimismo, el mantenimiento del tipo de cambio extremo (euro) y la incapacidad de contar con herramientas de política económicas, los PIIGS se sometieron a la austeridad de la Troika.
Por lo tanto, el crecimiento de la deuda soberana y de las crisis de deuda está asociado a la dinámica de la acumulación capitalista de época. Asimismo, dicho proceso guarda una fuerte dimensión geopolítica. En el presente trabajo buscaremos verificar esta hipótesis a partir del análisis comparado de casos: la crisis de deuda de Grecia y de Ucrania en 2015.
En relación al caso griego, si bien la crisis se había iniciado anteriormente y el país ya había atravesado dos programas de rescate (2010 y 2012), el acuerdo Stand-By (SBA) con el FMI (2010-2012) y el canje de deuda con los acreedores privados (2012); a los fines de la presente ponencia nos enfocaremos en la etapa de la crisis en 2015. Con el ascenso del nuevo gobierno de Syriza en enero de 2015, la crisis de deuda en esta etapa involucró la siguiente secuencia de hechos: (i) las negociaciones alrededor del tercer programa de rescate (suspensión del segundo programa, renegociación, referéndum y nuevo acuerdo); (ii) las modificaciones dentro del Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF) del FMI; y (iii) el papel de China en este proceso.
En cuanto al caso ucraniano de 2014-2015, si bien la crisis política-económica se inició con el Euromaidán en noviembre de 2013, en el presente trabajo nos remitiremos a la siguiente secuencia de hechos: (i) la firma del SBA con el FMI en 2014; (ii) la cancelación del SBA y su reemplazo por un EFF en 2015; (iii) el canje de deuda con acreedores privados en 2015; (iv) el default de deuda oficial con Rusia y el conflicto judicial alrededor del mismo; y (v) el papel de China en este proceso (reestructuración de deuda oficial y swaps).
Forma de participación | Virtual |
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