Ponente
Descripción
Resumen
Las recientes transformaciones en el escenario mundial han reavivado el descontento de muchos países con el sistema monetario internacional (SMI) contemporáneo, fuertemente jerarquizado y basado en el dólar estadounidense, que puede implicar importantes barreras al comercio en la periferia, sobre todo en épocas de escasez de divisas. Siguiendo un movimiento iniciado en las últimas décadas (UNCTAD, 2011), han proliferado los mecanismos y acuerdos bilaterales o regionales destinados a promover el uso de monedas nacionales en el comercio transfronterizo. Aunque no suponen una amenaza para el dominio del dólar en el horizonte visible, estas iniciativas han contribuido a la formación de relaciones monetarias cada vez más complejas y multifacéticas. Si se comparan con experiencias pasadas de cooperación monetaria y financiera en el Sur Global, estas podrían generar resultados más eficaces, ya que las grandes economías de mercado emergentes, incluidos los países BRICS, están tratando de avanzar en este ámbito desafiando su posición subordinada en el SMI.
Metri (2023) destaca que la posición central del dólar estadounidense en la llamada “jerarquía monetaria internacional” constituye un espacio de competencia entre las principales economías del mundo, debido a las ventajas que confiere a su emisor, entre ellas, la capacidad de utilizar la moneda clave como un importante instrumento de poder. Sin embargo, los análisis que siguen de cerca la corriente económica dominante no captan este problema, ya que no parten de un concepto de moneda que incorpore la dimensión del poder y se cierran al diálogo con otros campos de las ciencias sociales. Esta crítica fue anticipada por Susan Strange, quien, a principios de los años setenta, en un periodo de fuertes turbulencias en las relaciones monetarias internacionales, hizo un llamamiento a la interdisciplinariedad, cuyo eco dio lugar a la Economía Política Internacional (EPI). Este nuevo campo de estudio suscitó rápidamente un amplio debate sobre las monedas internacionales, con Charles Kindleberger, Benjamin Cohen y la pensadora brasileña Maria da Conceição Tavares como exponentes, además de la propia Strange.
Teniendo en cuenta las reflexiones propuestas por la EPI sobre el SMI, en particular la perspectiva inaugurada por Strange y Tavares —que favorece un enfoque multidisciplinar, institucional e histórico—, esta ponencia pretende identificar las principales lecciones de este enfoque y argumentar que tienen el potencial de contribuir a la comprensión de los movimientos de “desdolarización transfronteriza” en curso en el Sur Global, así como de las reacciones de EE. UU. a este proceso. Dada la expansión de iniciativas que buscan incentivar el uso de monedas nacionales en operaciones bilaterales y regionales, lo que se refleja en una sustitución parcial e incompleta del dólar en la periferia, es probable que EE. UU. actúe a través de acciones diplomáticas de disuasión y represalia, como ilustran las recientes declaraciones de Donald Trump en contra de la voluntad manifiesta de los miembros del BRICS de avanzar en la agenda de desdolarización. Así pues, en el contexto de la crisis integral del orden capitalista contemporáneo y los cambios en la hegemonía económica, política y cultural, merecen atención los aportes de la IPE que enfatizan la relación entre estados/poder y monedas.
Palabras clave: Desdolarización; Jerarquía monetaria; Diplomacia monetaria; Economía Política Internacional.
Referencias
Metri, M. (2023). História e diplomacia monetária. São Paulo: Dialética.
UNCTAD (2011). Regional monetary cooperation and growth-enhancing policies: the new challenges for Latin America and the Caribbean. New York and Geneva: UNCTAD.
| Forma de participación | Presencial |
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