Ponente
Descripción
La victoria de Gustavo Petro, candidato de la coalición de oposición aglutinada en el Pacto Histórico, ha situado a la izquierda colombiana en una situación inédita: plantearse el problema del poder habiendo asumido la conducción parcial del aparato de Estado colombiano por la vía electoral. Por supuesto, no se trata de un problema nuevo en el contexto latinoamericano, el gobierno del Pacto Histórico hace parte de la segunda oleada de gobiernos progresistas en la región durante el siglo XXI y se suma al acumulado histórico de experiencias que asume una estrategia de reformas graduales en el marco de la institucionalidad vigente.
Es posible caracterizar el período actual por el acelerado proceso de radicalización política e intensificación de la lucha de clases; el aspecto determinante de dicho proceso es la crisis de dominación burguesa, agudizada por la crisis económica capitalista a escala planetaria y precipitada por el ascenso de la movilización de masas, que irrumpen en la vida política del país a través del Paro Nacional. Este trabajo distingue, entonces, tres momentos de la crisis de dominación actual: una primera fase de intensificación de las disputas entre facciones burguesas (2011-2018), envueltas en la discusión sobre el proceso de paz, tensión que resulta secundaria respecto a los efectos de la crisis mundial capitalista sobre la distribución relativa de beneficios económicos entre fracciones.
Dichas tensiones se profundizaron por la incapacidad del bloque dominante de descargar sobre las clases trabajadoras el peso de la crisis. A pesar del ascenso vertiginosos de la lucha social, factor determinante en la crisis de dominación, el proceso característico de la segunda fase ha sido la configuración del empate estratégico de fuerzas: el balance contradictorio del Paro Nacional y el estrecho margen de la elección presidencial (Guerrero, 2022), se han sumado a los resultados del plebiscito por la paz (2016) y a la recomposición de zonas regionales de retaguardia en el escenario de la lucha armada, procesos que constituyen pruebas de fuerza en el terreno amplio de la lucha de clases.
En todos estos ámbitos, el equilibrio relativo de fuerzas ha impedido que alguno de los bloques imponga a los demás las condiciones para resolver la crisis política. Una salida que puede asumir la vía restauradora autoritaria, la readecuación liberal-democrática de las modalidades de dominación burguesa, o la superación revolucionaria del estado de cosas actual. A pesar de que estos tres escenarios pueden combinarse en configuraciones políticas concretas, alguno de ellos va a predominar en la conformación de una situación estratégica de fuerzas emergente.
Esta ponencia concentra su atención en el tercer momento del período. El triunfo electoral de Gustavo Petro desencadenó una fase de disputa por la conquista del poder político, reincorporada momentáneamente a los canales institucionales de la vía reformista-electoral liderada por el Pacto Histórico. Por supuesto, para abordar el debate es necesario precisar las categorías que permitan distinguir los momentos constitutivos de lo político, desde una propuesta teórica y metodológica que enfoque la cuestión del poder desde la perspectiva de las determinaciones históricas y materiales de la lucha de clases, tarea que se abordara en el primer apartado.
No obstante la relevancia histórica que supone el ascenso de un movimiento político que no proviene del bloque dominante, aún es necesario caracterizar al nuevo gobierno en dos dimensiones. En primera instancia, se analizan los alcances y posibilidades del programa de transición económica y política del Pacto Histórico, parcialmente determinados por el contenido de clase del sistema de alianzas que sostiene a dicho movimiento político. Desde la perspectiva de las luchas sociales y el campo popular, el debate que entraña la cuestión es si, en las actuales condiciones, el Estado colombiano puede vehicular los intereses estratégicos de las clases trabajadoras y, por tanto, convertirse en un punto de apoyo para desarrollar la lucha de clases en condiciones más favorables.
El segundo aspecto es la respuesta del bloque de poder a la crisis de dominación que experimenta, asumiendo que el repliegue táctico que supuso la transición pacífica del gobierno al Pacto Histórico no necesariamente significa que haya perdido el control del Estado y del sistema amplio de dominación de clase. Este asunto será abordado en el tercer apartado.
Forma de participación | Virtual |
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